Una gota filosa de sangre
parte en dos a un hombre
sus miembros
han sido deshojados con los dientes
mientras dormita la muerte
sobre el filo de sus venas.
Un hombre que mira
una gran ventana cerrada desde siempre
como párpado de muerto.
Aun cercenado lo galopa la memoria
como látigo que se besa con el aire...
acaso sea la noche reclamando su tributo
de corazón abierto por el jade
quizá el vino que resbala
por el mantel de un vagabundo
pero siempre el largo mirarnos con la nada:
el segundo cruza
con su millón de hormigas rojas
horadando la lengua y su silencio,
y como el otoño, se nos va cayendo el cuerpo
sobre el frío estanque del olvido.
Otras violetas tristes poblarán los ojos
de los ebrios niños que se amaron
con las manos llenas de cuchillos.
Luis Montero
---poema de Luis Montero para "ventana a la ciudad".