No hay poesía
No hay lira, no hay musa, no hay fondo, no hay imagen.
Tampoco hay seriedad , y mucho menos un objetivo claro y con futuro.
No hay páginas impolutas, ni palabras inasibles.
No hay delicioso soneto, no hay coros, ni encumbramientos lingüísticos…
No hay conocimiento para regodearse, no hay citas, no hay estantes de páginas incunables.
Hay, sin embargo, bafles bajo los asientos del microbus, ciegos podridos de oscuridad en el metro, vendedores de bon ice que arden entre los autos, limpia parabrisas sorbiendo gasolina.
Hay suicidas, hay hoteles de paso, hay mallones transparentes, hay erecciones, muchas erecciones. Hay promesas de amor en las cárceles. Hay viejos cagándose encima, ahogados en flemas.
Hay puertas que ya no se abrirán.
Ríos que se secaron, noches insomnes, hijos muertos.
Hay tragos en oferta, hay ebrios cansados, hay odio.
No hay poesía.