Han pasado ya muchos años, y ahora que miro tus fotos del facebook, reconozco en tus ojos la misma mirada de pálida tristeza de tus 17 años.
No lo sabes, pero la primera vez que te observé, caminabas junto al microbús que me llevaba de xochimilco al pueblo. Tu ibas vestida de negro, como siempre, tu gesto duro y tu mirada evasiva eran, o son, eternas. Llovía y tu seguías caminando sin titubear. Allí me cautivaste.
Convivimos muchas tardes en mi taller. A pesar de tus sonrisas ocasionales, nunca dejaste de ser una joven impenetrable. tu presencia era un silencio extraño. Casi seductor, pero evasivo...
Miro tus fotos y eres más hermosa que entonces. Pero no lo sabes.
Quizás sigues caminando junto a ese microbús sumergida en pensamientos que navegan en el aliento de tu tristeza.
resulta curioso ver como se puede sentir uno familiarizado con las historias ajenas, debo decir que me has hecho recordar emociones que no son simples de definir, gracias.
ResponderEliminary coincidir..., Saludos.
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