parvadas de cuervos brotaron de mi pecho,
se alejaron batiendo sus alas desordenadamente
el ácido de las navajas punzaba...
bajo mi espalda, sabanas amarillentas repetían la escena
las moscas seguían tragando sangre
el olor invadía los rincones de la memoria, (esta habitación esta cada vez mas cuarteada) hombros ligeros...
adolescentes...
ruidos cotidianos traspasan las ventanas polvosas,
vísceras tibias, somnolientas
los trigales reposan en tu espalda.
observas: me deslizo en tus sudores
carcajadas, historias frágiles, goce reciente
secreción vaginal, espuma de cerveza, suave agonía
el oleaje arrastra mi cuerpo, lo engulle...
cabellos dorados se agitan, extienden sus brazos
el mañana escurre por las cañerías,
los perros nos devoran,
camino sobre charcos de viento.
respiro bajo tu joven sonrisa y escapa de mí,
la felicidad sencilla, lúbrica, agonizante.
Los demonios de la ebriedad
Hace 1 semana
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