sábado, 18 de julio de 2009

Sed

He bebido casi toda la noche.
La lluvia escupe su desprecio sobre mi ventana,
Pedazos de su cuerpo acuoso se aferran a los cristales
Y escurren lentamente.

Mi habitación guarda la humedad de los años,
Pero también, la humedad de tu sexo.
La tibia caricia de tus labios lúbricos.

Te marchaste hace tres años, y parece que
Recién azotaste la puerta maldiciendo mi nombre.
¡Borracho imbécil! Me llamaste.

El cielo está roto.
Beberé todo su llanto y su sangre
Guardaré la humedad de este sitio para los días difíciles,
Para los días de derrota.

Tu humedad me pertenece
Me envuelve
Calma mi sed
sed de ebrio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario